Por donde va siembra la polémica. Lady Gaga ha decidido hacer de la transgresión su bandera y cada aparición pública se supera. La última ha sido en la versión inglesa del programa de televisión The Factor X. La diva presentaba su último single, Marry the Night, y apareció sobre el escenario dentro de un confesionario y al salir sorprendió con un disfraz en el que un maniquí simulaba sostener su propia cabeza.
Ni es la primera vez que Lady Gaga juega con símbolos religiosos en sus videoclips (recordamos a su versión monja sexy en Alejandro o la María Magdalena futurista de Judas), ni tampoco las decapitaciones, en las Navidades pasadas en mitad de una actuación le arrancó una cabeza a un muñeco de Santa Claus.
Deseosos estamos de ver su próxima aparición, pero no es la única excentricidad durante su visita a la Gran Bretaña. Gaga se llevó su propia taza para tomar té durante el programa. De todos es conocida su obsesión por las tazas de té, las colecciona y gracias a sus fans y Elton John ya tiene miles.
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