La noche del pasado viernes 2 de agosto una artista nuestra, muy conocida fuera de nuestras fronteras, presentó su cédula de identidad al público dominicano que colmó el Bar Salón de los Espejos, del Palacio de Bellas Artes. Diomary La Mala, con su voz privilegiada y su recia presencia no tuvo que esperar mucho, y se adueñó del cariño, la admiración y el respeto de un auditorio que se postró a sus pies. Era la Noche Laika, el concierto que rebozó este espacio dedicado al disfrute de buenos espectáculos.
A las 10:05 de la noche, July Carlo subía al escenario para presentar, sorpresivamente, a una emocionada Diomary, que desconocía que una persona tan admirada y tan querida por ella la introduciría a una jornada musical que ya no tenía marcha atrás. Carlo, haciendo uso de su magistral estilo, dio una breve pincelada sobre la artista, explicando el significado de la palabra MALA (Mujer. Auténtica. Luchadora. Activista), y destacando las condiciones vocales y expresivas de la protagonista de la noche.
Un popurrí de boleros se deja escuchar. “Inolvidable”, “Sabor a mi”, “Poquita fe”… y de inmediato el público se enciende. A seguidas “Ojalá”, la emblemática canción de Silvio Rodríguez, en una versión que a La Mala le ha dado en llamar “arreglo de los Espejos”, que consiste en cantarla a capela, acompañada solo de percusión. Luego vendrían, casi automáticamente, otras canciones de Silvio y de Pablo Milanés, dos de los artistas que más influyeron en ella en sus inicios. “Para vivir”, “El breve espacio”… “Yolanda” provocó un momento especial, cuando la interpretó a dúo con José Antonio Rodríguez, el cantautor y ministro de Cultura, quien era parte del público que vino a apoyarla.
“Una noche Laika” contó con la presencia de importantes personalidades del mundo artístico que acudieron a la cita, entre ellos el músico, compositor y productor Manuel Tejada; Frank Ceara, que hizo su entrada al bar en el preciso momento en que ella rememoraba sus inicios en Café Capri, cuando Ceara y Audrey Campos encabezaban los concursos de nuevos talentos de la voz; Raúl Grisanty, entre otros artistas locales, así como figuras del mundo social, empresarial y político dominicano. Notable fue un nutrido grupo que vino desde otras ciudades a manifestarle su apoyo, y entre ellos su hermano, el músico y cantante Luichy Castillo, quien, acompañado de su guitarrista, Julio, acompañó a La Mala para interpretar varias canciones.
Al final del espectáculo, que se extendió por más de tres horas, una Diomary que parecía con más energías que al principio, terminó como acostumbra hacerlo, caminando con los pies descalzos, como una muestra de su sencillez, del apego a sus orígenes y a las cosas simples de la vida. Un homenaje a la tierra y un modo de mostrar humildad y respeto por su público.
“Una noche laika” fue producido para el Bar Salón de los Espejos por Osvaldo Vásquez. El acompañamiento musical estuvo a cargo de Víctor Mateo (El Pollo) (guitarra), Julio (guitarra), Franklin Soto (percusión), Luichy Castillo (voz) y Gilber (percusión)
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