Por: Johan Bueno
Muy feliz me siento al encender mi computadora y encontrarme con los escritos a distancia de mi gran amiga y colega Arlene. Mucho más alegría invade mi corazón el saber que ella está feliz, logrando lo que se propuso al abandonar su amado Santo Domingo. Desde este pedacíto de tierra te mando fuerte abrazo acompasado de todo el amor y el cariño que te tengo. Vuelve pronto!!
Arlene Reyes Sánchez
Arlene.Reyes@gmail.com
Muchas veces hice referencia a las frases “atravesar fronteras”, “entretejer laberintos”, mas no pensé ser reflejo de ellas. En la actualidad, más de veintiocho dominicanos escribimos historias. Treinta jóvenes cargados de sueños e inquietudes diversas, con un objetivo en común: aprender mandarín. La realidad es que, además del aprendizaje que conquistaremos, Cada cual construye sus propios mapas, sus emblemáticos desafíos y sus inquebrantables sueños. Mis instantes en Asia respiran aires de alegría, de entusiasmo, de bendición y de gratitud. Todos los días al salir el sol o, siendo honesta, viendo el grisáceo de la lluvia caer por mi ventana, doy gracias a Dios por cada minuto, por cada segundo en esta isla: de cultura, romance, música y de alguna que otra nostalgia enclavada en el puerto donde queda Quisqueya... Y así, en Taiwán, una periodista dominicana encuentra los pedazos de papiros de un ayer que guarda tintas indelebles de razas, de idiomas y de rasgos, que se marcan en las huellas de una sonrisa solidaria, un abrazo de gratitud y un infinito y universal beso de armonía.
Articulo extraído del Periódico Listín Diario
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