Lady Gaga ha admitido que no tenía ni idea de los graves apuros financieros en los que se encuentra: "Me quedé en bancarrota justo después de la primera parte de la gira Monster's Ball y fue muy gracioso porque ni yo misma me di cuenta". La diva ha reconocido que, tras la mastodóntica producción de la gira con su primer trabajo, ha asumido una deuda de un millón y medio de euros acumulados durante los últimos 18 meses.
Al mismo tiempo, la neoyorquina ha dicho al periódico Financial Times que "Es totalmente verdad que el dinero no significa nada para mí". Aún así, ha aceptado algunas compras desorbitadas: "Las únicas grandes cosas que he comprado han sido la válvula cardíaca de mi padre y un Rolls-Royce para mis padres en su aniversario". Nada ha declarado acerca de los millones de dólares derrochados en vestuarios imposibles, los 1000 pavos en pizzas para sus fans que la esperaban a las puertas de un concierto o los 35.000 euros para contratar a un cazafantasmas.
fuente: www.los40.com
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