Hace ya unos meses, te contamos con pelos y señales las manías de las mayores estrellas del pop, pero podemos asegurar que ninguna de ellas nos ha dejado tan descolocado como lo último que hemos escuchado sobre Lady Gaga. Resulta que acaba de hacerse pública el “rider” de su giraMonster Ball, y entre peticiones extrañas pero más o menos razonables, como pósters de sus artistas en las paredes de su camerino, sofás de cuero blanco y toallas perfumadas con lavanda, la cantante exigía también…¡un maniquí con vello púbico rosa!
Por un lado, no sería de extrañar que se tratara de una estrategia para asegurarse de que los responsables de los recintos en que actúa presten atención a sus demandas, como hacía el mítico grupo de rock Van Halen, que exigía una fuente de M&Ms de todos los colores menos el marrón. Pero por otro lado, ya estamos acostumbrados a este tipo de rarezas por parte de las celebrities. Como Jennifer Lopez, que cerró un centro comercial para ir de compras a sus anchas, Tom Cruise, que prohíbe que le miren a los ojos durante sus rodajes, o Johnny Depp, que se compró un jet privado para poder fumar tranquilamente mientras vuela.
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