
Por un lado, no sería de extrañar que se tratara de una estrategia para asegurarse de que los responsables de los recintos en que actúa presten atención a sus demandas, como hacía el mítico grupo de rock Van Halen, que exigía una fuente de M&Ms de todos los colores menos el marrón. Pero por otro lado, ya estamos acostumbrados a este tipo de rarezas por parte de las celebrities. Como Jennifer Lopez, que cerró un centro comercial para ir de compras a sus anchas, Tom Cruise, que prohíbe que le miren a los ojos durante sus rodajes, o Johnny Depp, que se compró un jet privado para poder fumar tranquilamente mientras vuela.
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