Este año estamos asistiendo por fin al retorno de Miley Cyrus al terreno musical, después de un largo periodo dedicado a su carrera cinematográfica, y de momento la cosa promete bastante. Tanto su primer single, We can't stop, como sus colaboraciones con artistas como Snoop Lion o will.i.am demuestran que la ex-Hannah Montana ha alcanzado la madurez y se ha convertido en una diva del pop adulta por derecho propio.
Sin embargo, en vez de centrarse en la música la opinión pública se ha empeñado en discutir y criticar la provocadora nueva imágen y el estilo de vida desenfrenado de la antigua estrella infantil, pero a ella le da igual. Así lo ha explicado en recientes declaraciones al diario The Sun: "Me da igual perder a mis antiguos fans. Todo el mundo tiene que trabajar en cosas que no le gustan antes de conseguir lo que quieren. Yo tuve que hacerlo durante cinco años con Hannah Montana, pero sabía que cuando fuera mayor sería libre."
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