Desde hace unos meses, el entorno de Rihanna viene mostrando una preocupación cada vez mayor por el caótico estilo de vida de la cantante, y la verdad es que no es para menos. Su afición demedida por el alcohol y las fiestas está fuera de control, como quedó demostrado el pasado fin de semana, cuando estuvo a punto de ser echada de una discoteca de Londres.
Según informa el diario The Sun, la artista, en avanzado estado de embriaguez, saltó sobre una mesa del local, rompiéndola y dando con sus huesos contra el suelo y lanzó un vaso de cristal por los aires, lo que provocó que el personal de seguridad la agarrase por la fuerza y la acompañase a la puerta de salida, mientras ella se revolvía y gritaba: "¿Es que no saben quién soy?". Finalmente, las amigas de la cantante informaron al dueño de que sus seguridad estaban a punto de echar de su club a la mismísima Rihanna y este, ni corto ni perezoso, puso orden e invitó a ella y su grupo a beber gratis el resto de la noche.
Pero esto no es todo. Unos días después, Rihanna decidió publicar en Twitter la hora de llegada y el número del tren que la dejaría en la Gare du Nord de París, y, como era de esperar, provocó que cientos de fans histéricos inundaran la estación provocando un caos que afectó al personal y a los pasajeros. Para colmo, en lugar de pedir perdón por su irresponsabilidad, la chica echó la culpa a sus seguidores, escribiendo: "Los franceses están j*didamente enfermos. He tenido que escapar a golpes de una maldita estación de tren".
fuente: www.los40.com
Según informa el diario The Sun, la artista, en avanzado estado de embriaguez, saltó sobre una mesa del local, rompiéndola y dando con sus huesos contra el suelo y lanzó un vaso de cristal por los aires, lo que provocó que el personal de seguridad la agarrase por la fuerza y la acompañase a la puerta de salida, mientras ella se revolvía y gritaba: "¿Es que no saben quién soy?". Finalmente, las amigas de la cantante informaron al dueño de que sus seguridad estaban a punto de echar de su club a la mismísima Rihanna y este, ni corto ni perezoso, puso orden e invitó a ella y su grupo a beber gratis el resto de la noche.
Pero esto no es todo. Unos días después, Rihanna decidió publicar en Twitter la hora de llegada y el número del tren que la dejaría en la Gare du Nord de París, y, como era de esperar, provocó que cientos de fans histéricos inundaran la estación provocando un caos que afectó al personal y a los pasajeros. Para colmo, en lugar de pedir perdón por su irresponsabilidad, la chica echó la culpa a sus seguidores, escribiendo: "Los franceses están j*didamente enfermos. He tenido que escapar a golpes de una maldita estación de tren".
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