Tras el nacimiento de Ivy Blue Carter el 7 de enero, Beyoncé se propuso recuperar su cuerpo de infarto. Objetivo conseguido.
Aunque igual de hermosa que antes, Beyoncé cogió algún que otro kilito de más durante su embarazo. Pero esto no es un problema para la artista. En un mes la hemos podido ver de nuevo radiente y con casi 20 kilos menos.
¿El secreto? Un duro entrenamiento diario y una muy estricta dieta. La nueva mamá contrato a un entrenador personal, pero no a cualquiera, sino a Marco Borges, entrenador de las estrellas, según informaba la revista Star Magazine.
Pero parece que Beyoncé quiere llegar un poco más allá: su nuevo objetivo: Llegar a los 58 kilos.
fuente: www.los40.com
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