Cuando empezó a tomar el taller de fotografía que auspició el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en el Batey Lima, de San Pedro de Macorís, Wander Yon Santos no sabía que esta decisión iba a cambiar su vida.
Ya había tenido algunas cámaras a su disposición y había hecho fotos, pero nunca se pensó fotógrafo. En esos días aprendió a ver la cámara desde otra perspectiva y “vi que una foto puede tener mucha significación y que puedo darle el mensaje que yo quiera”.
Ese aprendizaje lo ha llevado de un paso a otro. Pues, Wander, el hijo de Pedro Yon Luis y Aurelina Santos, que soñaba con ser cantante cristiano y que sabía que en medio de las precariedades del batey no podía aspirar a la universidad, se convirtió en el ganador del Concurso Wifredo García, de Casa de Teatro, en un apéndice especial de la campaña Convivir con tó, que desarrolla el ACNUR con el apoyo de la Unión Europea. Su foto resultó ganadora del primer lugar y fue expuesta en Casa de Teatro y luego en Blue Mall en la exposición “Voces del Batey”.
Con la sinceridad que lo caracteriza, Wander que creció ayudando a su abuelo a cortar caña, cuenta que la vida en el batey “es muy dura” y va narrando los distintos oficios que los hombres realizan dentro del mundo de la producción cañera y como ya a los 14 años empezó a formar parte de una brigada de cortadores.
“La vida es dura en el Batey, porque los trabajos son escasos… los trabajos de la caña son escasos y mal pagados”, reconoce.
Sin embargo, el panorama gris que era su vida cambió a partir de esos talleres, del concurso y la sinergia del ACNUR y el Listín Diario que han posibilitado que Wander forme parte del proyecto piloto “Fotógrafo por un año”.
El que dice que siempre estaba buscando una salida, de repente la encontró. Tres días a la semana se presenta donde su entrenador Ignacio Ramírez, al departamento de la Revista Ritmo Social, trayendo con él lecciones aprendidas y nuevas fotografías tomadas según los parámetros de su profesor.
“Lo considero un joven con muchas inquietudes y muestra mucho interés. Se mudó de San Pedro de Macorís (apoyado por el ACNUR) tiene pasión y sabe lo que quiere y eso me motiva a ayudarlo un poco más”, sostiene Ignacio.
El declara que espera salir con la capacidad “para si en algún momento tengo que trabajar como fotógrafo hacerlo. La intención no es solo aprender, sino aprender y ejecutarlo tambien”.
Wander Yon Santos, el primero que saca la cara –entre sus 5 hermanos- por la familia, tiene ahora dos pasiones, la fotografía y la música. Dice que ha compuesto más de 200 canciones cristianas y poco a poco, va llenando de fotografías el álbum imaginario de lo que será su vida de ahora en adelante.
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