Con Zara Larsson, la nueva normalidad es historia. Este pasado mes de julio, la artista nos ha dado la bienvenida a Love Me Land, un nuevo estado mental que combina el sonido pop de ABBA con el palpitante R&B que refleja su obsesión por Beyoncé. Este nuevo sencillo, además, representa la evolución musical y personal de la joven cantante. Un crecimiento donde su sensibilidad artística se mantiene innata, como ya nos tiene acostumbrados en canciones como Symphony, Never Forget You, All The Time o Don't Worry About me, entre otras.
Desde los 15 años, edad a la que consiguió su primer número 1 en las listas de éxitos, Larsson ha demostrado tener todos los ingredientes de una estrella del pop clásica en su forma más contemporánea. Pocos artistas de su generación pueden afirmar que han actuado ante el comité del Premio Nobel, que han ganado un premio al feminismo de la organización más antigua de Suecia por los derechos de la mujer, y que han liderado una campaña de Durex en asociación con la organización benéfica para el VIH Red, al mismo tiempo que han ido de gira por estadios con Ed Sheeran, o trabajado con artistas de la talla de BTS, Ty Dolla $ign, David Guetta y Mura Masa.
Zara Larsson es consciente de la posición tan única en la que se encuentra, tanto como artista internacional como ciudadana sueca, en comparación con otros países donde las consecuencias del coronavirus están siendo nefastas para la población. "Aquí la situación es bastante normal. No ha cerrado nada y todo se ha mantenido abierto desde el principio de la pandemia", manifiesta. Sin embargo, afirma que está viviendo unos meses átipicos, ya que desde que cumplió la mayoría de edad y se convirtió en una persona adulta, nunca antes había pasado tanto tiempo en el mismo lugar.
Fuente: los40.com
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